No todos los días el talento y el trabajo con corazón se ven reconocidos. Afortunadamente, en algunas ocasiones si el caso, y yo he podido ser testigo directo de ello en el Festival Internacional de Publicidad y Empresa Social, Publifestival. La primera vez fue como testigo en el año 2012, la segunda de protagonista en el 2018.
En el año 2012 el Festival valoró el buen trabajo de la incubadora de empresas sociales SocialNest, otorgándole el premio a la Mejor Acción de Relaciones Públicas por “SocialGO: La hora de los emprendedores sociales”. Me sentí muy orgulloso que Margarita Albors, fundadora de Social Nest, me invitara a ser testigo de ese momento tras enterarse que casualmente yo estaba en Barcelona para dar una conferencia sobre emprendimiento social organizada por el programa de emprenedoría social de la Generalitat de Catalunya en BizBCN. Para mí, este fue un reconocimiento al talento no tan visible que abunda en el sector del emprendimiento social y al ¨yo me lo guiso y yo me lo como¨ al que tanto tenemos que recurrir en el sector por falta de medios.
En el año 2018 tuve la fortuna de volver a los premios pero esta vez para recibir el premio a la Mejor Gestión de Empresa Social como Fundador de Impact Hub Málaga.
El Festival Internacional de Publicidad y Empresa Social, Publifestival reúne cada año a las más destacadas empresas y los publicistas del panorama nacional e internacional así como a las productoras, cadenas de televisión, creativos y diseñadores más destacados del mundo, en una gala que se caracteriza por reunir las mejores acciones publicitarias que han logrado claros objetivos de responsabilidad social dentro y fuera de España. La edición del 2012 contó, entre otros, con la presencia de Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España (Tele 5, Cuatro…). La «mía» del 2018 el premio más destacado fue otorgado a Jordi Évole (El follonero).
Reflexiones
Como emprendedor e innovador social, uno no tiene la oportunidad de codearse con los grandes publicitarios de nuestro tiempo. Asistir a la entrega de los premios ha sido una experiencia enriquecedora. Os comparto algunos puntos que me llamaron la atención en las dos ediciones:
– He podido reafirmarme en la creencia de que si el talento creativo se aplicara fundamentalmente al cambio social y difusión de valores positivos el mundo iría mucho mejor. Es asombroso la capacidad que tienen ciertas personas de coger una idea, moldearla, transmitirla e impactar generando un cambio en el receptor. Desafortunadamente, muchos de estos talentos trabajan sólo por dinero y acaban haciendo otras cosas. Aunque ahora esto es una tendencia que está cambiando y más y más personas están buscando trabajos más allá del dinero.
Aún así, el gran reto sigue siendo cómo atraerles, como incentivarles para que dediquen más tiempo a trabajar movidos por valores diferentes al dinero, y como lidiamos con el gran ego de muchos publicistas (una cosa es verlo por televisión y otra en persona). La verdad es que muchos premiados se vanagloriaban excesivamente por su trabajo. Sinceramente os digo, conozco algunas campañas llevadas a cabo por organizaciones y empresas sociales mejores que algunas de las premiadas.
¿Pero entonces por qué no han sido premiadas ellas? Me preguntarás con toda la razón.
– Para que te premien en el Festival Internacional de Publicidad y Empresa Social, Publifestival te tienes que presentar. Si no estás en el mundillo de las agencias y los concursos, seguramente no te enteres de la posibilidad.
– Para que te den el premio tienes que pagar. Si, si, pagar.
No sé exactamente cuánta gente es elegida en primer lugar que no pudo pagar los 850 euros que pedía la organización por ser premiado en 2018. A modo de ejemplo, al mismo social SocialNest se le otorgaron en realidad dos premios. Sin embargo, como sólo consiguió recaudar el dinero para uno, oficialmente sólo consta el que pudo sufragar. Yo sabiendo esto pregunté y, obviamente me dijeron que éramos los primeros.
La lástima es que parece ser que la organización no es sensible a los problemas que tienen las organizaciones sociales para, fundamentalmente, afrontar un pago por un premio. Publifestival está organizado por una fundación, aunque obviamente tiene un caracter comercial claro. Una mención así debería significar un facilitador, un impulso a las acciones sociales más que un castigo económico.
Por cierto, muchas gracias al empresario anónimo Valenciano que a última hora donó a SocialNest esa cantidad. Si no hubiera sido así, no hubieran podido ni tan siquiera aceptarlo. Nosotros hicimos un gran esfuerzo desde Impact Hub Málaga para sufragar este gasto, pero pensábamos que el reconocimiento sería posteriormente recompensado. Así que lo vimos como una inversión.
– Excesivo número de premiados en algunas categorías, hasta 7 en ¨Mejor Spot de cine/TV¨ del año 2012. No sé si esto es normal en los festivales de publicidad, pero no me imagino a los Oscar dando un premio a la mejor película a 7 de ellas. Crea confusión, y uno puede llegar a pensar que mientras más premios más se recauda.
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| Ginés Haro con el equipo de Social Nest año 2012 |
– Confusión con el término Empresa Social. En estas dos ediciones se han premiado empresas como Hero España, Bankinter, Campofrío o Actiu. Si los premios tuvieran el nombre de premios RSC o acciones sostenibilidad todo sería genial. Ojalá hubiera más empresas así. Sin embargo, el nombre de Empresa Social está mal usado en estos premios y confunde. Cabe mencionar que ninguno de los representantes de las empresas utilizó el término Empresa Social para referirse a sus acciones, sino RSC o sostenibilidad.
Esperemos que lo tengan en cuenta en próximas ediciones los gestores del Festival Internacional de Publicidad y Empresa Social, Publifestival.
– El mérito de SocialNest es enorme. Entre otras cosas porque fue la única organización social que recibió un galardón por su trabajo. Todos los demás fueron a parar a agencias de publicidad, cuyos clientes eran organizaciones sociales eso sí. Para mi, es un reconocimiento por el típico ¨Yo me lo guiso y yo me lo como¨ que tanto abunda en el mundo social, por cierto, guisos con mucho talento que es bueno que empiecen a ser alabados.
Hay mucho talento, pasión y compromiso, nada que envidiar a otros sectores, probablemente todo lo contrario. Es una alegría que se premie el talento oculto o no tan visible de las organizaciones con fin social (empresas o no) de nuestro país. Y nadie mejor que Socialnest o Impact Hub Málaga para ser el embajador en este sentido.
