eco-emprendimiento

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Eco-Emprendimiento o Emprendimiento Verde

Una de las palancas con mayor potencial de acción para el cambio de modelo social y productivo es la de los emprendedores. Pero para la superación de la actual crisis económico-financiera (en realidad sistémica y de valores) no vale cualquier tipo de iniciativa de emprendimiento, sino aquéllas que tengan la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social como principales banderas. Hablamos así de los “emprendedores responsables”, aquellos emprendedores que son capaces de generar unos valores ambientales, sociales y económicos positivos, tanto desde un punto de vista externo (su entorno) como interno (su forma de operar).

Dentro de esta categoría se pueden distinguir entre emprendedores sociales (cuyo valor más notorio es el social, puesto que habitualmente nacen como respuesta a un problema o necesidad social) y emprendedores verdes (que destacan por mejorar nuestra relación con el medio ambiente gracias al eco-emprendimiento),  nosotros preferimos referirnos a ellos como eco-emprendedores por ser una expresión más biofísica, más cercana al paradigma de la sostenibilidad ambiental y la noción de límite (eco viene del griego eikos, que significa hogar, lugar en el que se vive, de ahí que la Ecología sea la ciencia que estudia “el funcionamiento” de nuestra “casa”). Emprendedores verdes, en cambio, es una noción más fácilmente manipulable (como la economía verde o el mal llamado desarrollo sostenible, tan manido ya y completamente vacío de contenido).

Los eco-emprendedores, o el eco-emprendimiento, no obstante, en tanto que “emprendedores responsables”, han de generar también un valor social y económico positivos. Sostenibilidad ambiental y responsabilidad social han de ser, en definitiva, los valores-guía de toda actividad de eco- emprendimiento.

La búsqueda de la sostenibilidad (en su triple dimensión social, económica y ambiental) es, además, sinónimo de la mejor estrategia, y como tal la que mayores oportunidades y posibilidades de consolidación dará al eco-emprendedor (y al emprendedor en general, nos atrevemos a afirmar), pues es la única vía viable en el largo plazo, aunque sea un camino lento y arduo, sobre todo al principio. Los atajos para emprender negocios susceptibles de experimentar intensos crecimientos desde el inicio suelen tener una componente tecnológica muy fuerte y ser escalables, pero no suelen estar pegados al territorio, a la llamada economía real, productiva, ni suelen generar la misma cantidad de empleo. En aras de un mayor interés general, es preferible ir más despacio y contar con el mayor número de personas posibles. Nosotros abogamos por el eco-emprendimiento.

Escrito por Luis Morales Carballo. Socio de Emprendae. Twitter: @luismorcar / @Emprendae.

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